Chimila

Ette e’neka

Datos:

Este pueblo se encuentra ubicado en los departamentos del Magdalena, Bolívar y Cesar, entre la Sierra Nevada de Santa Marta y el río Magdalena.

Imagen del mapa de Colombia con la ubicación geográfica del pueblo chimila.

 

Denominaciones:

Se autodenominan como ette taara y su lengua se denomina ette e’neka. Otros nombres con los que son reconocidos son: simiza, chimile, shimizya y simza.

Presentación:

Este grupo fue conocido por su perseverante oposición a las campañas colonizadoras, fueron llamados “Caribes” por su carácter belicoso, esto los llevó a que su pueblo fuera significativamente diezmado. Arango y Sánchez registraron una población estimada de 900 personas, en el CENSO de 2005 registran 1700 personas. La lengua hablada por los chimila se cataloga dentro de la familia lingüística Chibcha.

El ette e’neka como muchas otras lenguas del país se encuentra en grave peligro de extinción, de acuerdo con los resultados del autodiagnóstico (PPDE), 672 indígenas ette ennaka no hablan ni entienden su lengua;

354 personas, es decir un 23.5% de la población total, tienen una buena competencia lingüística en ette taara; y el 21.4% restante de la población tiene competencia pasiva en la lengua, es decir la entiende más no la habla.

Igualmente, resulta preocupante el hecho de que de las 354 personas con competencia en la lengua solamente 4 son niños entre los 5 y los 14 años, mientras que más del 50% de los hablantes de la lengua se encuentran entre los 30 y los 59 años.

Datos Etnográficos:

La economía de los chimila se basaba en la cosecha de maíz, yuca, ñame y batata, es decir la horticultura, también de la cacería, la pesca, la cría de tortugas y aves monteses; el ají era usado como condimento para los alimentos. En la actualidad se mantienen las actividades de la cosecha, la cacería y la pesca, han integrado la cría de algunos animales domésticos; con la llegada de los colonos el trabajo en las haciendas a cambio de mano de obra paga o por vivir en sus tierras se ha generalizado bastante. También se mantienen los tejidos tradicionales de mochilas y hamacas.
Nuevas actividades económicas como la crianza de ganado se empezaron a practicar en la zona, esta actividad causó efectos negativos a la vegetación, sin embargo la comunidad chimila ha intetado mantener viva la tradición del cultivo, cada familia tiene su propia roza y el hombre se encarga de alistar la tierra y sembrar los alimentos y es trabajo de la mujer cosechar y preparar los alimentos.

Otros datos:

Clasificación internacional dada por Ethnologue ISO 639-3: cbg

Documento adjunto: Reseña bibliográfica del Chimila por Miguel Ángel Meléndez

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Bibliografía citada y consultada:

González, Maria Stella (2000). Lenguas Indígenas de Colombia, una visión descriptiva. Instituto Caro y Cuervo. Bogotá. Imprenta Patriótica.

Ministerio de Cultura. Autodiagnósticos socio – lingüísticos. Recuperado de:

https://www.mincultura.gov.co/areas/poblaciones/APP-de-lenguas-nativas/Paginas/default.aspx